Relajación

Qué es la relajación

La Real Academia de la Lengua nos sugiere una definición exacta y muy precisa. Relajarse significa conseguir un estado de reposo físico y moral, dejando los músculos en completo abandono y la mente libre de toda preocupación. 

¿Qué te parecería conseguirlo?

Efectivamente, cuando te relajas, estás como descansando y no solo a nivel corporal sino también a nivel mental. Esas preocupaciones, esos problemas se ven con mejor perspectiva y en ese estado, tienes mayor capacidad para tranquilizarte y verlos de otra manera. Las soluciones, la creatividad llegan cuando te relajas y respiras.

Los ejercicios de relajación son fáciles de aprender y pueden beneficiarse de ellas tanto los adultos como los niños. Una vez aprendidas, son un recurso que tenemos a nuestra disposición toda la vida.

Las técnicas más utilizadas en psicología son:
  1. La relajación muscular progresiva. Ayuda a suprimir progresivamente todas las tensiones musculares
  2. La relajación autógena. Gracias a las sugestiones, se llega a un estado de relajación.
  3. Técnicas de respiración para respirar de forma correcta y para mejorar la tranquilidad.
  4. Técnicas de visualización
  5. Mindfulness o conciencia plena.
  6. Hipnosis y autohipnosis.
Aprende ejercicios de relajación con expertos

Saber cómo relajarte por ti mismo es fundamental si sufres cualquier problema de ansiedad, estrés, o dolor crónico.

Estas son algunas de los beneficios de la relajación:

  • Disminuye la presión sanguínea
  • Controla tu respiración
  • Mejora la concentración, por ejemplo, ante exámenes y oposiciones
  • Reduce el enfado y la frustración
  • Te proporciona más confianza ante la vida.

En pocas sesiones puedes aprender a relajarte. Organizamos talleres donde practicamos y enseñamos relajación, y también puedes aprender técnicas de relajación, mindfulness o autohipnosis con uno de los psicólogos expertos de forma personalizada.  

Además, en nuestras terapias, utilizamos la relajación como una herramienta más, no sólo y enseñamos a nuestras pacientes técnicas sencillas que pueden practicar en su día a día. Los beneficios de dedicarle unos minutos al día a esta práctica son tantos, que merece la pena dedicarle de forma regular un poco de tiempo a su práctica.

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