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La mente y el cuerpo trabajan en perfecta sintonía. Existen cientos de ejemplos cotidianos de cómo tu mente influye en tu cuerpo: las lágrimas como respuesta fisiológica a la tristeza o a una gran alegría, el rubor que se produce cuando los vasos sanguíneos se dilatan como resultado de la vergüenza, la aceleración del ritmo cardiaco cuando tienes miedo o las mariposillas en el estómago cuando una persona te atrae.
Hasta principios del siglo XIX, la mayoría de los profesionales creían que las emociones estaban unidas a las enfermedades. Pero al descubrir nuevas causas, como las bacterias y toxinas, las emociones se quedaron relegadas a un segundo plano.
Recientemente, nuevas investigaciones han descubierto la estrecha relación que existe entre el estrés y la salud señalando el impacto que las situaciones sociales, las emociones y los pensamientos tienen sobre las enfermedades.
Hoy sabemos que, hasta cierto punto, la mayoría de las enfermedades tienen un componente psicosomático. En la enfermedad física siempre existe un factor psicológico, ya que la forma en que reaccionamos ante el diagnóstico y la manera en que lidiamos con los síntomas varía enormemente de una persona a otra, pudiendo estos agravarse o aliviarse dependiendo de nuestra estrategia de afrontamiento de la enfermedad. Por otra parte, la relación mente-cuerpo también funciona a la inversa, ya que los trastornos psicológicos también tienen consecuencias físicas.
Sin embargo, si hablamos con propiedad, el trastorno psicosomático se refiere a los síntomas físicos que se producen fundamentalmente por razones psicológicas. Es una condición en la que sufres síntomas físicos significativos que no se pueden explicar únicamente por una causa orgánica, y el componente psicológico sí se ha establecido como un componente causal.
Esta enfermedad se instaura cuando los síntomas psicosomáticos dejan de ser una respuesta fisiológica normal y afectan tu desempeño, bienestar y capacidades. Generalmente están causados por una angustia real y una incapacidad para gestionar las situaciones que estás atravesando.
En El Centro Psicoterapiasperu tratamos diferentes tipos de enfermedades psicosomáticas:
También podemos ayudarte a lidiar con las consecuencias de los problemas de salud, de manera que estos no se agraven debido a un mal manejo emocional.
Te brindamos apoyo psicológico para afrontar enfermedades como el cáncer o un infarto, situaciones en las que nuestras emociones pueden jugar a nuestro favor o en contra nuestra, ya que hoy sabemos que un buen afrontamiento emocional y una actitud positiva y relajada ante ellos puede marcar realmente una diferencia.
Para comprender el origen de las enfermedades psicosomáticas es necesario entender el mecanismo de somatización que se encuentra en su base. La somatización es la tendencia a expresar los problemas emocionales a través de síntomas físicos, lo cual no es extraño, ya que el cerebro y el cuerpo mantienen una comunicación constante. Cada segundo el cerebro envía innumerables señales e instrucciones al cuerpo, mientras el cuerpo devuelve la misma cantidad de señales.
Donde mejor se puede apreciar este mecanismo es en los trastornos de conversión, en los cuales el dolor y la angustia por un trauma emocional provocan parálisis, ceguera o incapacidad para hablar. No obstante, la somatización también se puede expresar a través de síntomas menos llamativos, como náuseas, dolor de cabeza, tensión muscular, dolor de espalda o palpitaciones.
El estrés, la ansiedad, la angustia y el miedo son estados emocionales muy intensos que desencadenan numerosas respuestas a nivel corporal, desde un aumento del cortisol hasta procesos inflamatorios. Si estos estados se mantienen a lo largo del tiempo y no logras gestionarlos adecuadamente, su efecto acumulativo terminará reflejándose a través de síntomas físicos.
Por supuesto, todos, de una u otra forma, somatizamos nuestras experiencias emocionales. Por ejemplo, cuando nos ocurre algo desagradable decimos que tenemos “un nudo en el estómago” y cuando hemos tenido un día estresante decimos que estamos “tensos”. Sin embargo, existen personas que son más vulnerables a que esa somatización se convierta en una enfermedad psicosomática:
Si padeces una enfermedad psicosomática, es probable que hayas emprendido una larga peregrinación por las consultas médicas, buscando una explicación y una solución para tus síntomas. De hecho, estos problemas pueden afectar diferentes sistemas:
Estos síntomas afectarán considerablemente tu calidad de vida, así como tu estado de ánimo, por lo que trastornos como la depresión son habituales
Dado que los trastornos psicosomáticos incluyen síntomas físicos que enmascaran la angustia emocional, es necesario encontrar su causa y reprogramar el cerebro para que aprenda a afrontar las situaciones sin somatizarlas.
En El Centro Psicoterapiasperu aplicamos técnicas vanguardistas que nos permiten acceder al subconsciente y a la parte emocional del cerebro.