Autoestima

¿Qué es la Autoestima?

La autoestima son los sentimientos que nos profesamos, es el cómo nos sentimos con nuestros comportamientos, actitudes, habilidades, logros y fracasos. Es el sentido de nuestra valía y el aprecio que nos tenemos. Se trata de una relación que vamos construyendo con nuestro “yo” a lo largo de los años y que está determinada por la manera en que hemos ido reaccionando ante las situaciones que se nos han presentado en la vida.

Cuando somos demasiado exigentes con nosotros mismos y no valoramos los logros que hemos alcanzado, es probable que terminemos desarrollando una baja autoestima. Esta percepción inadecuada de nuestras capacidades y potencialidades nos limita como personas y suele generar una profunda sensación de infelicidad.

Baja Autoestima

La baja autoestima está detrás de la mayoría de los problemas psicológicos y emocionales, y es un obstáculo para la felicidad. Si te preguntas cómo subir la autoestima estás en el lugar correcto.

Una baja autoestima podría estar causando dificultades en tus relaciones sociales, que o que no te atrevas a acercarte a esa persona que tanto te gusta o que te sabotees a ti mismo/a en la persecución de tus objetivos vitales.

¿Cuáles son los síntomas de la baja autoestima?

¿Sospechas que quizá puedas tener problemas de autoestima? ¿Te consideras una persona con baja autoestima? Contesta a estas preguntas:

  1. ¿A menudo piensas que no vales nada y te desalientas incluso antes de comenzar un proyecto?
  2. ¿Crees que no puedes hacer las cosas bien y que los demás siempre las hacen mejor?
  3. ¿Consideras que las cosas buenas que te han pasado se deben a la suerte y que realmente no las mereces?
Si has respondido de manera afirmativa a estas preguntas es probable que tengas una baja autoestima.
Tienes Baja autoestima si …
  • No te aceptas tal como eres.
  • Siempre te exiges más y más. Eres demasiado perfeccionista. Minimizas tus logros y nunca es suficiente.
  • Das una importancia exagerada a tus defectos.
  • Te sientes culpable cuando cometes errores y no aprendes a perdonarte.
  • No confías en tus capacidades.
  • Tienes miedo al fracaso y a los cambios.
  • Tienes muy en cuenta la opinión de los demás y requieres de su aprobación para sentirte bien.
  • No aceptas bien las críticas.
  • Tienes dificultades para expresar tus sentimientos por miedo al rechazo de los demás.
  • Te comparas con otros o tienes sentimientos de inferioridad.
  • Te cuesta mucho decir NO.
  • Tienes hábitos de vida poco saludables.
¿Cómo se forma la autoestima?

La autoestima se va desarrollando a lo largo de la vida, aunque la infancia y la adolescencia son periodos fundamentales, ya que durante estos años va tomando forma la imagen que tenemos de nosotros mismos.

Durante la niñez desarrollamos la conciencia de nuestra existencia, descubrimos nuestro género y nos damos cuenta de que somos seres diferentes de los demás. Entonces comienza a formarse el autoconcepto, es decir, el concepto que tenemos de nosotros mismos a nivel cognitivo, que depende en gran medida de las personas que nos rodean. La autoestima sería la valoración que hacemos de ese autoconcepto.

Básicamente, la imagen que tenemos de nosotros pasa a través del prisma de los demás. No solo nos valoramos por los resultados que obtenemos, sino que también dependemos de la aceptación o el rechazo de quienes nos resultan significativos. Sin el reconocimiento de los demás, nuestros éxitos solo serían logros a medias y pasarían desapercibidos, y sin la aceptación externa de nuestra persona nos resultará difícil aceptarnos a nosotros mismos.

El problema radica en que cuando somos pequeños vivimos de manera acrítica la relación con nuestros padres y maestros, por lo que su valoración sobre nuestro desempeño es fundamental y moldeará la manera en que nos relacionemos con nuestro “yo”. Por tanto, si ellos no reconocen nuestras habilidades y aciertos, terminaremos pensando que estos no existen, y si siempre nos exigen la perfección, terminaremos nosotros por perseguirla constantemente o sentir que nunca es suficiente.

Cuando una persona ha crecido siendo menospreciada, humillada y rechazada o presionada, se formará una imagen negativa de sí misma y es comprensible que no logre amarse, que tenga problemas de autoestima.

Más tarde, durante la adolescencia, si nunca se ha sentido valorada o la valoración que ha recibido ha sido condicionada al logro, y no confía en sus habilidades o siente que no es suficiente, le resultará más difícil superar esta etapa de búsqueda interna y alcanzar la madurez psicológica necesaria para vivir de forma plena.

Las causas de una baja autoestima

Entre las posibles causas de los problemas de autoestima encontramos:

  • La desaprobación de las figuras de autoridad. Las figuras de autoridad, como los padres y maestros, ejercen una profunda influencia durante la niñez. Si has crecido escuchando que todo lo que haces está mal, es probable que hayas hecho tuya esta frase y tengas una baja autoestima
  • Padres poco afectuosos. Para crecer y desarrollar una autoestima sana, es fundamental sentirse amados. Puede hacer tanto daño una frase humillante como la indolencia afectiva. Si de pequeño tuviste unos padres indiferentes emocionalmente, es probable que hayas internalizado esa carencia como que no eres merecedor de afecto.
  • Educación sobreprotectora. En el extremo opuesto se encuentran unos padres demasiado sobreprotectores que, sin darse cuenta, les han impedido a sus hijos desarrollar sus propias capacidades. Como resultado, es probable que no poseas las herramientas necesarias para enfrentar los problemas de la vida y por eso crees que no vales nada como persona.
  • Expectativas demasiado elevadas de los padres. Cuando los padres le exigen demasiado a un niño, este puede sentir que no es lo suficientemente bueno ya que, por más que se esfuerce, nunca logrará satisfacer sus estándares. Obviamente, esta sensación se extiende a otros ámbitos de su actuación y afecta profundamente a su autoestima.
  • Dificultades en el aprendizaje. A menudo los problemas en el aprendizaje provocan una baja autoestima, sobre todo si el niño es ridiculizado o reprendido por culpa de sus resultados o discapacidad. De hecho, se trata de una situación frecuente cuando los padres se centran solo en los resultados académicos y no potencian las actividades en las que el niño se puede sentir más cómodo.
  • Haber sido víctima de abuso. El acoso escolar, la violencia física familiar o el abuso emocional son problemas que afectan profundamente a la imagen que tenemos de nosotros mismos. Cuando creces en un ambiente en el que no tienes el control y has sido víctima de humillaciones, es normal que dudes de tus capacidades y que te resulte difícil confiar en las personas, por lo que, a la larga, puedes desarrollar una baja autoestima.
  • Sistema de creencias limitante. Los problemas de autoestima no siempre se arrastran desde la niñez, en ocasiones surgen en la adolescencia o en la juventud, cuando comenzamos a compararnos con los demás y creemos que no estamos a su altura. Además, en la adolescencia la valoración por parte del grupo de iguales es fundamental, por lo que, si somos rechazados por ellos, podemos quedarnos estancados en esta etapa
Las principales consecuencias de tener una autoestima baja
1. La necesidad de aceptación: Un problema de base

La persona con una baja autoestima suele tener una gran necesidad de aceptación y de reconocimiento, por lo que a menudo siente mucha presión en las situaciones sociales. La preocupación excesiva por lo que piensan los demás le suele conducir a malinterpretar determinados hechos, por lo que no es extraño que reaccione de manera exagerada, sobre todo si piensa que le están criticando. Obviamente, esto provoca roces y problemas en sus relaciones interpersonales.

No obstante, lo más usual es que la persona con problemas de autoestima se guarde esas opiniones y sentimientos para sí porque, en el fondo, tiene miedo a la crítica y a que le dejen sola. En la base de este comportamiento también se esconde la creencia de que no tiene nada que aportar y que los demás son más listos y capaces por lo que prefiere guardar silencio. En ocasiones, esta actitud reservada hace que los demás vulneren sus derechos, lo cual puede generarle mucha ira, que no siempre canaliza de la manera más adecuada.

2. La falta de confianza: Una barrera infranqueable

La baja autoestima genera una profunda falta de confianza, lo cual se proyecta prácticamente en todos los ámbitos de actuación de la persona, desde sus relaciones amorosas hasta el área laboral. Esta inseguridad a menudo también genera una gran frustración, que se suele versar sobre las personas más cercanas, como la pareja o los hijos. De hecho, el mal humor es un acompañante habitual de la baja autoestima y no es raro que termine proyectándose de manera agresiva.

La inseguridad también le impide emprender diferentes proyectos porque cree que no tiene las habilidades necesarias y, por lo tanto, fracasará. Obviamente, esta actitud le permite mantenerse en su zona de confort, pero le impide desarrollarse, tanto en el plano personal como profesional, porque le condena al inmovilismo.

3. Cuando el diálogo interior se convierte en el enemigo

La persona con problemas de autoestima a menudo cae en las redes de su propio pensamiento. Cuando no es capaz de expresar lo que desea, de hacer valer sus derechos o de plantearse un objetivo más ambicioso, comienza a recriminarse por su falta de valor y sus escasas capacidades generando un diálogo interior sumamente dañino que no hace sino reforzar la pobre imagen que ya tiene de sí. Frases como “no valgo para nada”, “todo lo que hago, lo hago mal” o “no seré capaz de lograrlo” se convierten en su pan cotidiano y no solo son un freno para su desarrollo, sino que generan una gran angustia e infelicidad

Terapia para recuperar y aumentar la autoestima

Aunque hay cosas que puedes hacer por ti mismo para subir tu autoestima, si tienes una autoestima baja es importante trabajar con un profesional objetivo que actúe como espejo para que puedas realmente conocerte, aceptarte y apreciarte incondicionalmente. 

En El Centro Psicoterapiasperu ofrecemos tratamiento psicológico para subir la autoestima. En la terapia psicológica utilizamos diferentes técnicas dependiendo de las causas que están provocando que tengas falta de autoestima, estas técnicas van desde PNL, para sanar las heridas emocionales que has podido sufrir en el pasado, hasta la hipnosis para cambiar las creencias negativas inconscientes que te limitan o el mindfulness para potenciar tu auto aceptación.

¿Qué lograrás con nuestra terapia para subir la autoestima?
  • Desarrollar una autoestima sana que te sirva de base para alcanzar tus metas
  • Conectar con tus emociones y aceptarlas
  • Eliminar las creencias limitantes sobre tu imagen
  • Desarrollar la confianza en tus capacidades
  • Aprender a plantearte objetivos y trazar el camino para alcanzarlos
  • Superar la angustia y miedos
  • Abandonar la timidez
  • Cambiar hábitos auto-destructivos
  • Dejar de auto-sabotearte
  • Quererte más y tratarte mejor
  • Relacionarte con los demás con más confianza
  • Aumentar tu seguridad en ti mismo.